En uno de los diez principios de la Reforma Universitaria se propuso que el Gobierno de la Universidad y su Consejo Directivo se conforme por un cuerpo tripartito integrado por docentes, graduados y estudiantes.

 

Durante los meses posteriores a junio de 1918 se profundizó el debate en torno al contenido de los nuevos estatutos. Se impuso progresivamente la idea de que la renovación y modernización universitaria exigía la participación de los estudiantes. Entre ellos estaba presente el caso de Uruguay donde el Consejo Universitario contemplaba la participación de un representante de los estudiantes. Guillermo Watson, representante de la comisión designada por el Congreso Estudiantil de Córdoba propuso que el gobierno de las casas de estudios fuese integrado en partes similares por Profesores, Diplomados y Estudiantes. Finalmente, las universidades de Córdoba y Buenos Aires aprobaron nuevos estatutos. Estos establecieron que los miembros de los consejos directivos serían electos por una asamblea compuesta en partes iguales por profesores titulares, suplentes y estudiantes.