La implementación de la Reforma en las universidades de Córdoba y Buenos Aires tuvo matices diferenciados. Luego del cambio en sus estatutos la conducción de los procesos electorales contó con figuras del ámbito universitario con notable prestigio.

 

La reforma en Córdoba fue resultado de un proceso  largo y conflicto dinamizado por la activa movilización estudiantil. En Buenos Aires el proceso fue más armónico aunque diversos sectores del cuerpo profesoral se opusieron. El entonces rector de la UBA, Eufemio Uballes, electo después del cambio de estatutos de 1906 permaneció en su cargo hasta 1922 siendo reemplazado entonces por José Arce quien, a su vez, en 1926 entregó  el rectorado a Ricardo Rojas. Los delegados del rector designados en las diferentes facultades para conducir  los procesos electorales bajo los nuevos estatutos eran figuras que ya se desempeñaban como profesores en la institución y que contaban con un notable prestigio.

Fue entre otros el caso de Juan Agustín García, un prestigioso abogado e historiador designado en la Facultad de Filosofía y Letras o de Estanislao Zeballos, un reconocido jurista y diplomático nombrado en la Facultad de Derecho. Luego del proceso electoral resultaron designados decanos Alejandro Korn en Filosofía y Letras, Eleodoro Lobos en Ciencias Económicas, Agustín Mercau en Ciencias Exactas, Joaquín Anchorena en Agronomía y Veterinaria, Julio Méndez en Medicina y el mismo Zeballos en Derecho.