La creación de diversos institutos de investigación y su desarrollo científico, el impulso de las actividades de extensión, las diversas actividades culturales y su internacionalización hicieron de la Universidad una entidad educativa y de producción de saber abierta a la sociedad.
La Reforma introdujo cambios sustantivos en la vida universitaria. Incentivó, aunque con límites, el desarrollo de las actividades de investigación científica recuperando así la aspiración de larga data de otorgarle un papel más decisivo a la universidad en la vida científica y cultural. Entre otros casos, en estos años, Bernardo Houssay reorganizó el Instituto de Fisiología de la Facultad de Medicina. En Filosofía y Letras se crearon, en 1921, el Instituto de Investigaciones Históricas, hoy Instituto de Historia Argentina y Americana E. Ravignani y en 1922 Ricardo Rojas inauguró el Instituto de Literatura Argentina en la misma institución. La Universidad de la Reforma también impulsó las actividades de extensión que adquirieron matices diferentes en cada una de las casas de altos estudios. En la UBA estas actividades se tradujeron, entre otros aspectos, en el desarrollo de amplios ciclos de conferencias abiertos al público de la ciudad sobre diferentes temáticas tanto científicas como humanistas. Algunas de estas conferencias fueron organizadas de manera conjunta por la universidad y una serie de instituciones representativas de comunidades extranjeras que aportaron recursos para invitar a destacados académicos de sus países. El Instituto de la Universidad de París en Buenos Aires, la Institución Cultural Argentino-Germánica y la Institución cultural Española cumplieron un papel relevante en el desarrollo de estas actividades.
Público asistente a la Conferencia en la Facultad de Derecho sobre “Tendencia neopositivista”
Fuente Archivo General de la Nación Dpto. Doc. Fotográficos
Dr. Adolfo Bioy, Presidente del Inst. de la Universidad de Paris en Buenos Aires.
Fuente Archivo General de la Nación Dpto. Doc. Fotográficos